A Manolo, «Fotoyos»
Manolo, cuando te conocí pensé: aquí hay una buena persona. Sencilla y afable, pasabas desapercibido.
Sé de ti que eres maliayés, de Sietes, en Villaviciosa. Sé que fuiste bombero en Santander y un pionero en las Emergencias de Cantabria. Sé que, ya jubilado, nos has dedicado mucho tiempo en tu afición, para hacer visible la nuestra. Que has hecho con toda la profesionalidad. Sé que hay muchas cosas que no sé de ti. Los que no te han conocido tienen a tu familia, te reflejas en ellos, como en tu hijo, Miguel, y en tu mujer Conchi.
Desde el otro lado del objetivo, has mostrado la belleza del Piragüismo, en cada imagen que has tomado nos has atrapado, nos has hecho tuyos. Tus amigos. Cuando veamos tus fotos, te recordaremos, te llevaremos en el corazón, porque, ya sabes, recordar es volver a pasar por el corazón. Detrás de la cámara una mirada inteligente, unos ojos inquietos, vivarachos. Detrás de esa barba, una sonrisa entre pícara y jovial.
Sé una cosa más. Sé que tuve la suerte de conocerte, pero me parece poco, muy poco.
Gracias.
José Mari Quintana